Nos despedimos para siempre dejando nuestras almas y corazones rotos, el
amor permanecia para ambos, en mi cabeza con gran rapidez pasaron una
secuencia de imagenes de los momentos que fuimos felices, de los
momentos que jure no olvidar y que a dia de hoy sigue en pie ese
juramento, con un adios te despedistes dejando mi corazon roto a
cachitos en el suelo, con un hasta luego me despedi siendo incapaz de
pronunciar ese adios tan rotundo y seguro, ya no siento nada recordando
esa despedida y ya no siento esa necesidad de que vuelvas a mi, como
antes solia hacerlo, ese hasta luego se ha ido convirtiendo en un adios,
un adios que sigue y seguira siendo una despedida final para nosotros
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